La inversión extranjera directa ha sido un pilar fundamental para el desarrollo económico de Colombia, contribuyendo significativamente al crecimiento del país. De acuerdo con The World Investment Report 2022, Colombia es uno de los países más atractivos para invertir en América Latina y el Caribe por la Inversión extranjera Directa (IED) recibida en 2021.
La tendencia general de crecimiento de la IED sugiere que el país sigue siendo un destino atractivo para los inversores extranjeros, con puertos que ofrecen macrolotes especiales y muchas otras ventajas para el desarrollo de infraestructura especializada en sectores como Parque Industrial, Zona comercial y de servicios y Truck Center.
Conozcamos un poco más de qué se trata la inversión extranjera directa y cuál es la proyección a futuro en Colombia.
¿Qué es la inversión extranjera directa?
La Inversión Extranjera Directa (IED) es un tipo de inversión internacional en la que una empresa o individuo de un país invierte en activos productivos o comerciales en otro país, con el objetivo de establecer un control significativo sobre la empresa o proyecto receptor.
A diferencia de las inversiones en cartera, que implican la compra de acciones o bonos sin ejercer influencia en la gestión, la IED generalmente implica la adquisición de un interés sustancial, a menudo superior al 10%, en una empresa extranjera.
La inversión aporta capital, tecnología, conocimientos técnicos y mejores prácticas de gestión, lo que es clave para el desarrollo económico del país receptor.
Para los países receptores, atraer IED es una estrategia obligatoria para impulsar el desarrollo, mejorar la infraestructura y fortalecer las relaciones comerciales internacionales.
La importancia de la inversión extranjera directa
Es fundamental para el desarrollo económico de los países receptores, ya que aporta no solo capital, sino también tecnología, conocimientos técnicos y mejores prácticas de gestión.
Son elementos que contribuyen a modernizar sectores clave de la economía, aumentar la productividad y generar empleos de calidad. La competitividad también se incentiva al introducir nuevos productos y servicios en el mercado, estimulando la innovación y el crecimiento en las industrias locales.
Nuevos mercados internacionales para las empresas locales facilitan el acceso a cadenas globales de valor y expanden las oportunidades comerciales.
Otra ventaja clave de la IED es su capacidad para fortalecer la infraestructura física y tecnológica, lo que a su vez mejora la calidad de vida de la población y facilita un entorno empresarial más dinámico y atractivo.
La inversión extranjera directa en Colombia
El flujo de capital extranjero ha sido fundamental para el desarrollo de sectores estratégicos como el petróleo, la minería, la manufactura, la infraestructura, y las tecnologías de la información.
Colombia, con su ubicación geográfica estratégica, acceso a mercados internacionales y tratados de libre comercio, se ha convertido en un destino atractivo para los inversionistas extranjeros.
De acuerdo con datos del Banco de la República, la inversión extranjera directa (IED) en Colombia ha experimentado un crecimiento promedio del 12% en los últimos ocho años. Sin embargo, se observaron caídas significativas en 2018 y 2020, siendo este último año el de mayor disminución en dicho período. A pesar de esto, en 2022, la IED tuvo un incremento del 80% en comparación con 2021.
El crecimiento se ha reflejado en la diversificación de la economía colombiana, con un aumento en la inversión en sectores no tradicionales como el turismo, las energías renovables y la economía digital.
El modelo de desarrollo cerrado de Colombia
Colombia adoptó un modelo de desarrollo cerrado a mediados del siglo XX, influenciado por los postulados estructuralistas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Los postulados promovían la industrialización y el desarrollo de las economías latinoamericanas a través de la sustitución de importaciones, proponiendo un enfoque de desarrollo económico “de adentro hacia afuera”.
Surgió en respuesta a las vulnerabilidades estructurales de las economías de la región, que las hacían particularmente susceptibles a los choques externos.
Sin embargo, las crisis económicas de la década de los ochenta, junto con la presión de organismos económicos internacionales, llevaron al país a abrir su economía a los mercados internacionales a principios de los años noventa, marcando el inicio de la globalización y la integración económica del país.
La apertura económica no solo eliminó las barreras al comercio internacional, sino que también facilitó la entrada de inversión extranjera directa (IED), que se convirtió en un motor clave para el crecimiento económico.
Inversión extranjera gracias a recursos naturales
El crecimiento de la IED en Colombia ha sido notable, especialmente en la última década. A partir de los años 2000, el país implementó una serie de reformas económicas y legales destinadas a mejorar el clima de inversión.
Durante el periodo entre 2010 y 2020, Colombia experimentó un auge en la IED, alcanzando niveles récord en varios años. A pesar de las fluctuaciones globales y las crisis económicas internacionales, la IED en Colombia ha mostrado una tendencia al alza.
En 2019, el país registró una cifra récord de IED de aproximadamente 14,500 millones de dólares, lo que representó un incremento significativo respecto a años anteriores.
Sin embargo, en 2020, la pandemia de COVID-19 causó una caída en la inversión global, y Colombia no fue la excepción, experimentando una disminución en los flujos de IED. A pesar de esto, el país ha mostrado signos de recuperación en los años siguientes.
El poder de Cartagena en la inversión extranjera directa en Colombia
Cartagena se ha consolidado como un epicentro clave en la inversión extranjera directa (IED) en Colombia, gracias a su estratégica ubicación geográfica y su infraestructura avanzada.
¿Por qué invertir en Cartagena? Su ubicación geográfica y las excepcionales condiciones naturales de su bahía la convierten en el puerto más moderno y de mayor tráfico en Colombia, además de ser uno de los principales en Latinoamérica.
Esta destacada conectividad marítima y fluvial no solo potencia su papel como un centro logístico clave, sino que también proporciona una eficiencia significativa a diversas industrias al conectarles con sus mercados objetivo de manera ágil y efectiva.
La infraestructura avanzada del puerto facilita un flujo de mercancías optimizado, impulsando el comercio internacional y fortaleciendo la posición de Cartagena como un hub crucial para la inversión y el desarrollo económico en la región.
La política de inversión de la OCDE examina los logros de Colombia en el desarrollo de un modelo de inversión abierto y transparente con pocas restricciones a la inversión internacional.
Las inversiones en la economía colombiana son lideradas por las entradas en la industria manufacturera y en los servicios de transporte, logística y comunicaciones.
La inversión extranjera directa en Colombia en la actualidad
La inversión extranjera directa (IED) en el primer trimestre del año alcanzó los 3.144 millones de dólares, lo que representa un aumento del 9,5 % en comparación con el mismo período de 2023.
Según las estadísticas del Banco Central de Colombia, esta cifra no solo marca un crecimiento significativo, sino que también es la más alta registrada en los últimos ocho años.
La inversión colombiana en el exterior entre enero y abril de este año alcanzó los 1.197 millones de dólares, lo que representa un notable incremento del 97,2 % en comparación con los 607 millones de dólares registrados durante el mismo período en 2023, según las estadísticas del Banco de la República.
El sector minero-energético representó el 34,3 % de la inversión extranjera directa en Colombia. Según datos del Banco de la República, el sector petrolero, junto con la explotación de minas y canteras, atrajo un total de 5.993 millones de dólares, contribuyendo significativamente a los 17.446 millones de dólares que ingresaron al país en todas las actividades económicas.
Hasta el 5 de abril de 2023, según el último boletín del Banco de la República, la inversión extranjera directa acumulada alcanzó más de 3.344 millones de dólares. De manera destacada, enero de 2024 recibió la mayor parte de esta inversión, con una inyección de 1.283 millones de dólares.
Retos de la inversión extranjera directa en Colombia
Colombia es un destino atractivo para la inversión extranjera directa (IED) debido a su ubicación estratégica, abundancia de recursos naturales y una economía en crecimiento. Sin embargo, como en cualquier mercado emergente, los inversionistas enfrentan retos que, si bien pueden representar desafíos, también ofrecen oportunidades para fortalecer las relaciones y aprovechar el potencial del país.
Uno de los retos clave es la inestabilidad política y social. Aunque el país ha experimentado momentos de tensión, su democracia sólida y el esfuerzo continuo por promover la paz y la seguridad ofrecen un marco estable para los inversionistas a largo plazo.
Otro desafío es la burocracia y la necesidad de mejorar la eficiencia en los trámites. El país ha avanzado en la digitalización de procesos y simplificación administrativa, facilitando el camino para los inversionistas que deseen establecerse rápidamente. Estos esfuerzos son una señal positiva del compromiso del gobierno con la modernización y la competitividad.
En cuanto a la infraestructura, Colombia aún enfrenta limitaciones en ciertas regiones, sin embargo se está invirtiendo fuertemente en proyectos de transporte, conectividad y energía, mejoras que benefician a los empresarios locales y abren nuevas rutas para el comercio internacional y las inversiones.
El fortalecimiento del sistema legal para proteger los derechos de los inversionistas también es importante y es un tema de preocupación. Esto, sumado a los incentivos fiscales y la creciente estabilidad macroeconómica, hace que el país ofrezca oportunidades significativas en sectores como la minería, la tecnología y la infraestructura.
Colombia sigue siendo un destino atractivo para la IED en sectores como la infraestructura, la tecnología, los recursos naturales y la manufactura. Las reformas que promuevan la estabilidad, la mejora en infraestructura y la simplificación de trámites pueden potenciar la inversión extranjera en el futuro.