En los últimos años, el concepto de nearshoring ha ganado relevancia a nivel global, y Colombia no es la excepción. Este modelo ofrece múltiples ventajas, como la reducción de costos logísticos, la cercanía geográfica y cultural, y la mitigación de riesgos asociados con interrupciones en la cadena global.
En el contexto de Colombia, es una tendencia que ha provocado un aumento en la demanda de bodegas industriales, necesarias para apoyar la producción y la logística de las empresas que están migrando a esta estrategia.
¿Qué es el nearshoring?
El nearshoring es una estrategia empresarial en la que las empresas trasladan o establecen parte de sus operaciones productivas o de servicios a países cercanos a sus mercados principales, en lugar de ubicarlos en regiones más lejanas o tradicionales de outsourcing, como Asia.
Es una práctica que ha ganado relevancia en los últimos años, ya que las compañías buscan reducir costos de transporte, mejorar los tiempos de respuesta y tener un mayor control sobre sus cadenas de suministro, aprovechando la proximidad geográfica para facilitar la comunicación y coordinación, disminuyendo las barreras culturales y de idioma.
Uno de los principales atractivos del nearshoring es la capacidad de las empresas para mitigar riesgos asociados con interrupciones en la cadena de suministro global, como los que ocurrieron durante la pandemia de COVID-19 o debido a tensiones geopolíticas, como la guerra en Ucrania.
Países de América Latina, como México y Colombia, se han convertido en destinos clave para las empresas estadounidenses y europeas que buscan opciones cercanas y competitivas.
En términos de flexibilidad operativa, ofrece optimización logística y aprovechamiento de acuerdos comerciales para fortalecer la capacidad operativa de las empresas mediante la proximidad, eficiencia y estabilidad en sus procesos.
El nearshoring y su impacto en América Latina
El nearshoring ha tenido un impacto significativo en América Latina, posicionando a la región como un destino estratégico para empresas globales que buscan reducir costos, mejorar la eficiencia logística y diversificar sus cadenas de suministro.
A medida que compañías en mercados como Estados Unidos y Europa reconsideran sus modelos de producción, países de América Latina, como México, Colombia, Brasil y Costa Rica, han ganado protagonismo debido a su cercanía geográfica, costos competitivos y mano de obra calificada.
Todo esto, sumado a tratados de libre comercio y políticas de incentivo, han permitido que la región se convierta en un nodo clave en la reconfiguración de cadenas globales.
El impacto del nearshoring en América Latina también se refleja en el crecimiento de sectores industriales como el manufacturero, tecnológico y logístico. La mayor demanda de infraestructura, como parques industriales y bodegas, está impulsando la inversión en estos países, generando empleo y fortaleciendo la economía local.
Además, la transferencia de tecnología y conocimiento que acompaña al nearshoring mejora la competitividad y capacidades de las empresas locales, impulsando la modernización de infraestructuras y optimizando las cadenas logísticas para consolidar a la región como un hub industrial y tecnológico global.
Colombia como un destino clave para el nearshoring
Colombia se ha posicionado como un destino clave para el nearshoring por varias razones. En primer lugar, su ubicación geográfica le permite ser un puente natural entre América del Norte y América del Sur, lo que facilita el comercio internacional.
Cuenta con tratados de libre comercio con países como Estados Unidos, la Unión Europea y México, lo que simplifica el acceso a mercados internacionales y reduce barreras arancelarias.
El país también ha hecho inversiones significativas en infraestructura logística, como puertos, carreteras y aeropuertos, lo que mejora la conectividad y permite un flujo más eficiente de mercancías.
La infraestructura de zonas francas en Colombia ha crecido considerablemente en los últimos años, y estas áreas juegan un papel clave en atraer inversiones internacionales, ya que ofrecen beneficios fiscales y aduaneros.
Con este escenario, la demanda por espacios industriales, como bodegas, centros de distribución y almacenamiento, ha aumentado exponencialmente.
Demanda creciente de bodegas industriales
La creciente demanda de bodegas industriales en Colombia es uno de los efectos más visibles del auge del nearshoring. Las empresas que trasladan sus operaciones al país requieren espacios industriales modernos que les permitan optimizar sus procesos logísticos. Las bodegas industriales sirven como centros de almacenamiento y son puntos clave para la producción, el procesamiento y la distribución de mercancías.
Uno de los principales impulsores de esta demanda es el auge del comercio electrónico, con empresas de diversos sectores, desde la manufactura hasta la tecnología, que buscan acercarse a sus clientes mediante centros logísticos más cercanos, lo que les permite reducir los tiempos de entrega y mejorar la eficiencia operativa.
El crecimiento de las plataformas de comercio electrónico ha incrementado la necesidad de centros de distribución ubicados estratégicamente, y Colombia, con su excelente conectividad, se ha convertido en un centro de interés para estos actores.
La construcción de nuevos parques industriales y zonas logísticas en áreas cercanas a las principales ciudades y puertos ha sido una respuesta directa a este aumento en la demanda.
Regiones como Cundinamarca, Antioquia y la Costa Caribe están experimentando un crecimiento significativo en la disponibilidad de bodegas industriales, donde empresas locales e internacionales están estableciendo sus operaciones.
Infraestructura logística y zonas francas en Colombia
Otro factor crucial que impulsa la demanda de bodegas industriales en Colombia es la infraestructura logística que ha mejorado notablemente en los últimos años. Las zonas francas tienen mucho que ver en este crecimiento, ya que ofrecen incentivos fiscales a las empresas que operan en ellas, lo que reduce los costos operativos y mejora la competitividad.
Están diseñadas específicamente para atraer inversiones extranjeras, y muchas de ellas cuentan con instalaciones industriales, incluidos almacenes y bodegas, que permiten a las empresas manejar sus procesos de producción y distribución.
Las zonas francas también proporcionan una plataforma para que las empresas se conecten fácilmente con los mercados internacionales, aprovechando los acuerdos comerciales que tiene Colombia.
La proximidad de estas zonas a los principales puertos y centros de transporte facilita la importación y exportación de mercancías, esencial para empresas que dependen de cadenas de suministro globales.
La conectividad y la calidad de la infraestructura en las zonas francas, junto con los beneficios fiscales, han hecho que muchas empresas internacionales elijan a Colombia como una base para sus operaciones en América Latina, lo que, a su vez, impulsa la demanda de bodegas industriales en estos espacios.
El rol de la tecnología en la logística de bodegas industriales
Con la llegada del nearshoring, las empresas buscan instalaciones industriales que estén equipadas con tecnologías avanzadas para la gestión de inventarios, la automatización de procesos y la trazabilidad de productos.
La digitalización de las operaciones logísticas es un requisito clave para las empresas que desean optimizar su eficiencia y reducir los costos operativos.
Sistemas de gestión de almacenes (WMS, por sus siglas en inglés), tecnologías de identificación por radiofrecuencia (RFID), y soluciones basadas en inteligencia artificial están revolucionando la forma en que las empresas gestionan sus bodegas y centros de distribución.
Son tecnologías que permiten un control más preciso de los inventarios, reducen los errores humanos y mejoran la velocidad de procesamiento de pedidos, factores necesarios para las empresas que buscan adaptarse a las exigencias del mercado global a través del nearshoring.
Beneficios del nearshoring para Colombia y su sector industrial
El nearshoring no solo impulsa la demanda de bodegas industriales, sino que también genera beneficios económicos más amplios para Colombia. Es un modelo de negocios que fomenta la inversión extranjera directa (IED), que a su vez crea empleo, mejora la infraestructura y dinamiza el sector industrial.
- Proximidad geográfica y acceso a mercados clave: Permite a las empresas reducir tiempos de transporte y mejorar la eficiencia logística al establecer operaciones más cerca de mercados importantes como Estados Unidos. Colombia, con su ubicación estratégica, se convierte en un destino clave para estas empresas.
- Aumento de la inversión extranjera: La tendencia ha generado un incremento en la inversión extranjera directa en Colombia, lo que impulsa la creación y expansión de parques industriales, zonas logísticas y bodegas especializadas.
- Infraestructura logística mejorada: Colombia ha invertido significativamente en mejorar su infraestructura logística, con nuevas carreteras, puertos y aeropuertos.
- Crecimiento del comercio electrónico: El auge del e-commerce exige centros de distribución cercanos a los consumidores, aumentando a su vez la demanda de bodegas industriales para gestionar inventarios, procesar pedidos y mejorar los tiempos de entrega.
- Zonas francas y beneficios fiscales: Las zonas francas colombianas, con incentivos fiscales y aduaneros, se han convertido en un atractivo para las empresas que buscan aprovechar el nearshoring, lo que ha llevado a una mayor necesidad de bodegas y espacios industriales.
- Optimización de cadenas de suministro: El nearshoring permite a las empresas diversificar sus cadenas de suministro, generando una mayor demanda de bodegas industriales para garantizar la estabilidad operativa y mejorar la eficiencia en la distribución de mercancías.
Desafíos y oportunidades para el nearshoring en Colombia
Uno de los principales es la necesidad de seguir mejorando la infraestructura de transporte y logística. Si bien Colombia ha avanzado significativamente en este aspecto, aún existen cuellos de botella en la conectividad entre algunas regiones y los principales puertos y aeropuertos.
Otro desafío es garantizar la disponibilidad de mano de obra calificada para satisfacer las demandas del sector industrial en expansión. Las empresas que operan en Colombia necesitan contar con personal capacitado en logística, manufactura avanzada y tecnologías digitales, por lo que será esencial invertir en la formación y el desarrollo de habilidades en estas áreas.
Sin embargo, estos desafíos también representan oportunidades. El Gobierno colombiano y el sector privado tienen la posibilidad de trabajar en conjunto para mejorar la infraestructura, atraer más inversión y desarrollar programas educativos que preparen a la fuerza laboral para los nuevos empleos que surgirán en este entorno económico.
Perspectivas futuras
El nearshoring ha llegado para quedarse, y Colombia está bien posicionada para capitalizar esta tendencia global. A medida que más empresas internacionales buscan diversificar sus cadenas de suministro y acercarse a sus mercados, la demanda de bodegas industriales y espacios logísticos en Colombia seguirá creciendo.
La capacidad del país para adaptarse a las necesidades del nearshoring, mejorar su infraestructura y aprovechar sus zonas francas será clave para su éxito en este nuevo panorama económico.
En los próximos años, se espera que el sector industrial colombiano continúe expandiéndose, impulsado en gran parte por el nearshoring y la creciente demanda de bodegas industriales.